martes, 6 de marzo de 2012

Klaus Kinski, la fiera

"Kinski había firmado un contrato para Fitzcarraldo. Tenía que hacerse un examen médico rutinario y no le hacía mucha gracia. Sus respuestas al médico sobre su estado actual y sus males pasados eran, en el mejor de los casos, inaudibles, y en el peor, groseros. "¿Sufre o ha sufrido ataques de algún tipo?" le preguntó el médico exasperado.
Estabamos sentados al lado de una mesa de cristal, en un sofa de cuero. Lo único que percibí fué una sacudida repentina, un grito y una mesa que se deshacia en mil pedazos: Kinski la había destrozado de un golpe. "¡Si, todos los dias!" gritó, completamente furioso. Pero lo que había ocurrido era mas bien una exteriorización. Él no era el psicótico por el que la gente le tomaba.
Kinski se dió cuenta al instante y enseguida se disculpó. Inmediatamente ofreció las llaves de su Land Rover al doctor: queria darle su coche. Sin embargo, el doctor rehusó las llaves y rápidamente firmó el documento atestiguando que Kinski estaba saludable y en condiciones de rodar."

Beat Presser, fotógrafo



1 comentario:

  1. Que mala virgen gastaba.

    Ya estaba yo contando los días que faltaban para que apareciera Klaus por aquí.

    Creo que había oido hablar de esa serie, porque me suena ver ahí a Douglas Reynholm. Pero vamos, te voy a hacer caso y me la guardo.

    Grazie, bambina.

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